lunes, 10 de febrero de 2014

EL SIGLO DE LA INTEGRACIÓN: NOTICIA DE YAHOO.

CULTIVOS EUROPEOS RINDEN GRANDES FRUTOS EN LA NUEVA ESPAÑA.


Por Jesús Benito Cinco


NUEVA ESPAÑA. - La Corona española ha mostrado gran interés por el desarrollo agrícola de la Nueva España. Su legislación se orientó a fomentar la inmigración de labradores peninsulares y dotarlos de las tierras más apropiadas para la agricultura. Los monarcas españoles dejaron en manos de la iniciativa particular la introducción de semillas y plantas europeas.

En un principio el mayor centro productor fue el valle de Atlixco, seguido del valle de San Pedro. Lo mismo puede decirse de San Pablo y otras regiones de Puebla y Tlaxcala que se fueron sumando a la producción triguera, como Amozoc, Tepeaca, Huamantla, Nopaluca y San Juan de los Llanos.

La caña de azúcar fue otro cultivo que se importó. Don Luis de Velasco favoreció la instalación de ingenios de azúcar y la ampliación de las siembras de caña, pero, al mismo tiempo, advirtió a los propietarios que los trabajos de los ingenios no fueran desempeñados por indios sino por esclavos negros. Semejantes facilidades han inclinado a muchos propietarios a cambiar la siembra de trigo por la de caña.

El lino y el cáñamo también hallaron una decidida protección oficial porque se esperaba dotar a la colonia de producción suficiente para impedir su importación de otras naciones. Se ordenó autorizar la siembra del lino y cáñamo e inducir a los indios a cultivarlos.

Después de ser un cultivo exclusivo de los españoles, el añil se extendió a zonas tropicales, especialmente Yucatán. Se han fundado más de 48 “ingenios” de añil en la península.

Sin embargo, el cultivo industrial de mayor rendimiento económico ha sido el gusano de seda, cuya cría halló en la Nueva España las condiciones más propicias que en cualquier otro lugar de América. El foco inicial de esta producción estuvo en Puebla. De allí se extendió a la zona mixteca de Oaxaca, que pasó a ser el principal núcleo serirícola. A pesar de ello, el cultivo de gusano fue cayendo en progresiva decadencia a causa de la ruinosa competencia de las sedas de China procedentes de Filipinas.


No obstante, se incrementó el cultivo de la grana o cochinilla de nopal. La grana suplantó a la seda en Oaxaca y partes de Yucatán, pero sin alcanzar su importancia como fuente de riqueza. 

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